domingo, diciembre 04, 2011

Comedor compulsivo

“Comer compulsivamente es un problema severo que puede generar enfermedades físicas, mentales y problemas sociales”. 

El comer compulsivamente es un trastorno de la conducta alimentaria y una enfermedad crónica, que está muy relacionada con la depresión, los miedos, fobias y lleva a otros problemas de salud, como el sobre peso y la obesidad entre otros. Esta enfermedad afecta sobre todo a personas con obesidad que siguen dietas por largo tiempo, pero no quiere decir que a una persona con peso normal no le pueda pasar. Se presenta más en mujeres que en hombres y mucho más en jóvenes.
Este problema se caracteriza por que la persona come en poco tiempo una cantidad mayor a la que se debe consumir normalmente, de forma exagerada, descontrolada y con mucha ansiedad. También se caracteriza por comer una gran cantidad de alimento sin poder controlarla, aunque no se tenga hambre o ya se sienta el estómago lleno, o sea que se pierde el control de lo que se come. Muchas veces sucede cuando la persona no puede controlar una emoción negativa y su ansiedad aumenta, lo que ocasiona un problema metabólico que se convierte en un círculo vicioso. Otra característica es la obsesión a la comida y por iniciar dietas de todo tipo, que no llegan a concluir y rompen fácilmente y en muy poco tiempo.
 Este problema va seguido de malestar, vergüenza y culpa, no solamente por la forma de comportamiento sino por el aumento de peso que genera. Otra de las manifestaciones es que es parte del famoso síndrome del efecto “yoyo”, es decir, bajar y subir de peso continuamente, con los riesgos de enfermedades.
Las personas que padecen este tipo de trastorno responden de manera inadecuada a situaciones de estrés, problemas sociales y conflictos emocionales. Tienen baja autoestima, son perfeccionistas, exigentes y con tendencia a la impulsividad. El alimento lo utilizan como una forma de calmar las situaciones que les son difíciles de sobrellevar.

Hombres y mujeres que padecen este trastorno se esconden algunas veces detrás de su apariencia física, creando un bloqueo entre ellos y la sociedad y se sienten culpables por no ser lo suficientemente buenos. Con una baja autoestima, acompañada de una necesidad de aceptación, validación y cariño, los episodios de atracones y los momentos en los que come, se convierten en una obsesión y en una forma de olvidar el intenso dolor que les produce el no ser aceptados y el afán de ser queridos. 

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